22 diciembre 2006
Viento y libertad
de la incomodidad
cuando las palabras no encuentran lugar en el espacio-tiempo
y tus labios arqueados
desprenden semillas de eternidad
dispuestas a germinar
en los resquicios del día a día
y en el laberinto de los recuerdos.
Ondean banderas en son de guerra
tus ojos
ardientes
mientras
me tapas la huída
con caricias
temerosa de no librar conmigo
la batalla de las olas
ni poder acogerme luego
entre tu alma.
Y somos viento que golpea la noche
y brisa que acaricia la mañana
yo me derrito mirándote
y tú me abrazas fuerte para que no me descomponga
y también para sentir mi piel
ardiente
derritiéndose
junto a la tuya
mientras hallamos paz
en el combate del deseo.
14 diciembre 2006
De mayor...
y en mi memoria se endulzan soledades compartidas,
los recuerdos me desvelan en mitad de mis desvelos,
y llorar se convierte en una excusa para luchar por la felicidad.
El comercio de rehenes se conviertió en negocio en ciudad,
y los versos se han fugado hacia un paraiso nublado,
los dolores y los golpes resuenan impacientes en mi pecho,
verdades, verdades, verdades.
Y hoy llueve como antaño,
dias oscuros y absurdos
me iluminan,
niego que soy lo que soy,
durante tanto
tiempo.
Encantador de serpientes,
fusilador de profetas,
reproductor de esperpentos,
afilador de locuras.
Interceptor por tus besos,
encarnador de colores,
carabinero parado,
estañador de etiquetas.
Cantaor de gargajos,
inventor de torturas,
aburridor de inocentes,
escapador de entre fugas.
¿Que nos queda a los que amamos?
Verdades, verdades, verdades.
A medias.
25 noviembre 2006
Días de lluvia
aunque sólo sea un instante
silencio
quiero escuchar mi corazón latir
hace tiempo que desconozco su ritmo
quiero acompasar de nuevo el latido del presente
y remar con fuerza
frente al cauce de los acontecimientos
voy diluyéndome en el ruido de fondo
la estridencia
de la melodía de la vida
me envuelve y atrapa
hay instantes
en que me siento el rey del mundo
y sin embargo
a veces
me pierdo en el anhelo de tiempos que creí mejores
y me abruma la perfección formal de las matemáticas
frente a mi propia imperfección
a veces
no consigo recordar cuánto hace
que me paré a escuchar mi corazón latir
o que pude palpar
la eternidad
en los labios de una mujer.
Pido silencio
sólo un momento
pero algo martillea en mis oídos
y me envuelve cierta tristeza
debe estar lloviendo
tras la persiana.
04 noviembre 2006
Baila (bailemos)
Bailemos. Riamos.
Canta, chilla.
Yo qué coño sé.
Mantente al margen
y ven, después,
caminando despacio
con paso firme:
ríete de mi miedo...
y baila.
Bailemos.
03 noviembre 2006
Empapados
se diluyen las estelas
y todo el mundo se pierde
y nadie se detiene,
todo el mundo se moja
y mete los pies en los charcos.
Ahí fuera
llueve a cántaros
como si acabase el mundo hoy
y nadie se molesta siquiera en mirarse a la cara
a decirse una o dos verdades
o endeudarse un abrazo.
Tras la ventana
el mundo se reparte la soledad en montones de a diez
mientras yo
me la quedo toda para mí
sin repartos
esperando a que fuera salga el Sol
24 octubre 2006
13 octubre 2006
Sin saber siquiera el por qué
sin saber siquiera el por qué:
una ausencia, tal vez miedo, y si no, gilipollez
y, ¿qué si no?: pues pasó el tiempo.
Ya todo carece de sentido, y la cama está vacía
a mí no es que me importe demasiado
pero supongo que algo sí que te echo en falta.
A veces me apetece mandarte a la mierda,
y decirte, a lo Chaouen, que te calles, que te calles, y que te vayas a tomar por culo
pero sé que no tengo razón
ni razones
que sé que quiero acabar con esta historia,
aunque no haya empezado a escribir,
(con e cursiva, en negrita y más grande que el resto de las letras)
un Érase una vez;
quiero firmar ya la crónica
y ponerle punto y final,
o punto y coma
que me conformo con tal de añadir un puto punto,
que me canso, que te cansas y me canso.
Que ya me he cansado.
Que tengo frío y miedo
y sueño y atardeceres
y lluvia tras los cristales (no bajo los pies y sobre los hombros)
y miedo y frío
y atardeceres y frío...
y, tras los cristales, lluvia.
12 octubre 2006
La casa sin barrer
limpiando algo que está sucio
como esta página en blanco
como mi cerebro o mi corazón
o de donde quiera que sea que sale esto
He gastado mucho tiempo
y he desperdiciado tanto
que no sé si acelerar
o plantar un árbol
y esperar a ver como crece sentado.
He oído tantas cosas
y tan pocas he escuchado
quizás fue porque no merecían la pena
o quizás porque el ruido las ha ahogado
He visto pocas cosas
y algunas más he mirado
y pensando en las que me he fijado
me he dado cuenta de que dejé pasar demasiado
que quizás debí haber puesto atención
en cosas que simplemente había ignorado.
Y es que muchos días me levanto cansado
solamente
ensuciando algo que está limpio
limpiando algo que está sucio
como esta página en blanco...
(que ya,
por fin,
he ensuciado)
10 octubre 2006
Miradme
JEAN LOUISE SANDERS
Miradme
regodeándome en las carencias
de mi universo
bañándome en sus ausencias
y refugiándome en la delgadez del poder de mis palabras
y en la soledad de mi reflejo.
Miradme
rodeado de colores
en una realidad de blancos y negros.
Miradme
caer
pero nunca sucumbir.
No tengo ganas de buscarte las cosquillas...
si quieres, ríe como el que más
mientras te mando a tomar por culo
poniendo el grito en el cielo
y los pies en la tierra.
Quizá ya me haya cansado
de esculpir palabras
que escupo con más ansia que ruido,
de caminar deprisa sin mirar
qué es lo que pasa a mi alrededor,
de tener miedo
y enfrentarme con una venda en los ojos
a un papel en blanco que grita y asesina
(aunque a veces, también es cierto, se acurruca
a mi lado
cuando tengo frío)
y se arma, pluma en mano,
y me dice, muchas veces, que adiós, mañana será otro día,
tal vez,
que si no es otro día, a lo mejor sí que son otros los rostros
y los sueños
y los llantos.
06 octubre 2006
Subjuntivo
pulpa
tronco
raíz
y la bola de humo crece
medida que rueda por la ladera
hasta empantanar de
gris
y puede que de verde
uno tras otro cada uno de los alveolos
y comienza una nueva batalla
en la guerra del subjuntivo
en el flanco izquierdo
en impoluta formación
acartonados corceles
y despiadados jinetes
grises y sin rostro
en el flanco derecho
a
galope
desigual
delirio de potros
anárquicos
montados por una tropa
de utópicos combatientes
28 septiembre 2006
Maitane. Conversaciones III
Maitane. Conversaciones II
Ella había asumido su verdad como verdad, y por ello nunca preguntó acerca de la inmensidad. Si que lo hizo sobre el dolor que se reflejaba en mi cara cada tarde de verano en la colina. ¿No te gusta el mar? Claro que me gusta, mi estrella, es muy bonito. No, no te gusta, nunca lo miras, y cuando lo haces, veo en tus ojos que te duele algo. ¿Te hace daño en el corazón el mar? ¿Necesitas tus medicinas? No, mi estrella. Solo es que me recuerda lo lejos que están algunas cosas. Claro, hay cosas que están lejos. Pero los barcos llegan muy lejos, ¿verdad? Si, llegan muy lejos. Reprimí una lagrimas ansiosas por nacer y tomar vida propia. Se me hacia difícil explicar a una niña mis añoranzas y mis tristezas, por mucho que fuera ella.
¿Por qué echamos de menos a las personas? Aquella pregunta me golpeó fuerte en el pecho. En absoluto la esperaba. Es porque cuando alguien nos quiere nos hace felices. Por eso cuando ya no está somos algo menos felices. Y a ti te gusta ser feliz, ¿a que si? Claro. La cara se le iluminó al responder. Aquella niña nadie para ser desdichada era terriblemente feliz. Más de lo que yo nunca podría soñar. ¿Entonces tu no eres feliz? ¿Por eso no puedes mirar al mar? Claro que soy feliz, tu me haces feliz. La miré con mi mejor sonrisa. Esa que ensayas frente al espejo. La había aprendido hace mucho años, y también hacia muchos años que no la usaba. Hacia una eternidad que no necesitaba usarla. Desde la ultima vez que tuve que convencer a alguien de lo feliz que era. Al igual que ahora, fue inútil.
Me agarró la mano. Fuerte. Calida. Afectuosa. El aire olía a sal, y su mirada a comprensión. Conocía la razón de mi infelicidad. La asumía. Me decía, tranquilo, yo cuidare de ti. Continuaba en silencio queriendo decir algo. Por fin habló. Debemos volver, se hacer tarde. Si, volvamos, nos esperan el chocolate y los bizcochos. ¡¡Bien!!. Que rico, que suerte tengo de tenerte, que bueno eres conmigo. Aquella niña menuda, rubia de mirada intensa tiraba a dar en el corazón. Curaba cualquier herida que el tiempo hiciera en mi destrozado órgano vital. Y lo sabía. Sabía que decir en cada momento. Y sobre todo que hacer.
Colgada de mi mano llego hasta la puerta del portal. Estiró la suya, para que le diera la pesada llave. Siempre le gustó abrir esa puerta. Decía que abría un mundo distinto y le encantaba ser ella quien lo hiciera. Lo que no sabía es que creaba un mundo maravilloso con cada palabra. Justo dentro del gastado corazón de un pobre viejo.
Maitane.Conversaciones I
Todo empezó con un por qué, como casi todas las conversaciones que teníamos. Me hacia sentir a veces tan mayor y a veces tan niño… ¿Por qué le caen gotas de los ojos a la gente? Me desconcertó aquella pregunta. El día era cálido, aunque el cielo estaba nublado. Me sorprendió porque realmente nunca la había visto llorar. Era cierto, jamás la había visto derramar una sola lágrima. Por extraño que pareciera nunca había llorado delante de mí. Había estado a su lado mientras desaparecía de su lado casi todo lo que quería, y estúpido de mi nunca había echado en falta sus lagrimas. Porque cuando estas triste se te derrite el alma. Se llama llorar. Me miró extrañada. ¿Y a mi por qué no se me derrite el alma cuando estoy triste? ¿No tengo alma?. Claro que si preciosa, claro que si. Pero hay gente especial que tiene el alma muy fuerte y que por eso no llora. Seguro que tu eres una de esas personas. ¿Soy especial? ¿Crees que soy especial? Claro que eres especial. Solo tienes que mirarte en un espejo. Fíjate, tienes mas pecas que nadie. Eso te hace especial.
Se quedó callada, pensando. Yo sabía que estaba masticando otra pregunta. Yo caminaba despacio a su lado, agarrando su mano menuda, pensando en cual podría ser su siguiente pregunta. Intuía por experiencia que era inútil. Siempre me preguntaba cosas inesperadas. La compre unos caramelos en una de esas confiterías que tienen los dulces en unas bolas de cristal. Al segundo caramelo se quedó quieta. Me miró. Tú no tienes pecas y eres especial, ¿por qué eres especial? De nuevo sin saber que contestar. Tu me haces especial. Aquello la hizo sonreír, respiro profundamente, miró al frente con decisión y comenzó a andar tirando de mí. Vamos, que se hace tarde y tienes que tomar tu medicina. En efecto se hacia tarde. Pero se equivocaba en mi tratamiento. Cada paseo con ella hacia mas por mi lastimoso corazón que aquellas estúpidas pastillas.
Entramos en el frescor del portal. Aquella sensación pareció reavivar su curiosidad. Si tu sabes tanto, ¿no será qué me haces especial tu a mi? No creo, yo lloro muchas veces. Entonces, ¿llorar es malo? No es malo. Pero si lloras mucho quizá algún día se te gaste el alma. No voy a llorar nunca. Nunca voy a estar triste, ¿por qué tu no te vas a ir nunca, verdad? No, no me iré nunca. Me hizo un gesto con el dedo para que me acercara. Cuando me agaché a su altura me miró a los ojos. Aquellos ojos marrones ardían. Se acercó y me quemó la mejilla con aquellos labios suaves. De nuevo miró al frente. Y subió las escaleras. Tardé unos segundos en reaccionar. Volvió a mencionar que debía tomar mi medicina. La miré dar un paso y otro detrás. Arrastrar su muñeca de trapo por las escaleras.
Hoy sigo tomando aquellas pastillas para mi cada vez mas envejecido corazón.
Eclipse de Marte
por cadenas los tobillos,
las muñecas a la espalda,
condenada
por no saber aprovechar el tiempo
(t-i-e-m-p-o)
sigo escribiendo historias imposibles
como
un eclipse de Marte
(historias en las que sonríes con los ojos
y sudamos hasta por el más escondido poro de la piel)
porque
(supongo que como siempre: tarde)
me doy cuenta muy a mi pesar
de que soy vulnerable a tu mirada
pero
soy aún más vulnerable
cuando ni me miras.
Y ya ves: no pasa nada.
No he de esconderme
porque no estoy visible
ni lo estaré
hasta que deje de creer en que palabras de cuatro letras
pueden ser lamidas en la piel de la esperanza
o que fui yo quien inventó tu nombre
aunque tú no lo entiendas
ni recuerdes algún sueño en el que salga yo
bañándome bajo el agua de lluvia
descojonada
de mis propias dudas
escribiendo palabritas en papel de charco
que digan que ya crecer no nos da miedo.
27 septiembre 2006
Engañoso viajero
y esquivo
se halla
el horizonte
que todos aspiramos alcanzar.
el lugar donde puedes mirar con orgullo el camino trazado.
Demasiado concurrido
nunca me he llevado bien con los empujones
ya encontraré maneras
de teletransportarme.
Cobarde
¿Y si un día
me pides que sea un hombre
con todas sus letras
y afronte mis verdades
y me marchite la frente con ellas
hasta que sólo pueda refugiarme en un abrazo?
¿Y sí un día
me pides que dé la cara
por ti
por vosotros
por mí?
Entonces
cogeré un papel
y escribiré una buena cantidad de nada
que entregaré
antes de volver a un rincón
a esperar a que pase de largo el lobo feroz.
22 septiembre 2006
(¡Qué coño!)
a ver
si viene (de una puta vez)
la inspiración.
Tal vez
no sea más que mi desidia
la que me ata de pies y manos
(y de plumas)
y me hace ausentarme, aquí a un ladito
acurrucada en torno a mi propia ausencia,
esperando a que me esperes
u observando, con calmita
desde un ángulo inverso
al que sueles estar (esperándome).
Es posible
que tus verdades a medias
se conviertan en mentiras (a medias, también)
y
caminen de la manita de las malas maneras
o de lo que a mí me dé la gana interpretar
(¡qué coño!)
cuando sonríes medio en broma, medio en serio,
los días y las noches en que no me apetece pensar
(en ti).
19 septiembre 2006
No quiero
de soles
hasta el culo de pastillas
ni noches
en las que el relente
no se me corra en la columna vertebral
no quiero
primeras líneas bomba que se inmolen
quebrando las bases de una buena estrofa
no quiero vientos proxenetas
que se fumen mis castillos en el aire
para poner en marcha el negocio de
sus putas dunas
dispuestas siempre a follar con cualquier ola
a cambio de algún alijo de sueños embotellados
no quiero recortes de la memoria
gangrenados
por falta de un chute del calor del color
del iris de las tintas
que escupen cada párrafo que mis lápices
bordean esbozando tu silueta
16 septiembre 2006
Pseudo Aunque tú no lo sepas
si dejo de ver
tu sonrisa
-eterna par ti,
para mí, efímera-;
tendré que volver a habitar
un cuarto hostil
en una casa
con las ventanas cerradas,
las puertas, tapiadas
sin volver a confiar en desaparecer
(perderme de vista)
los días en que vuelvas y te vayas
sin estancia intermedia
en esta estación de paso
desde la que no se remiten postales,
y donde no se tejen los chalecos salvavidas.
Y aunque tú no lo sepas, yo conocí tu nombre
pero se me está olvidando
(porque en realidad me suda la polla).
12 septiembre 2006
Bolsillos rotos
un gran agujero en cada uno
un agujero tan grande
como para meter los brazos
y abrazarme los tobillos
un agujero tan grande
como para habérseme caído los versos
esos que siempre quise susurrarte
y nunca te escribí
un agujero
por el que siento
que algo se escapa
10 septiembre 2006
Escóndete
Buah, realmente ni me acuerdo cómo se hace esto. La eme con la a es “ma”, ¿no? (Y la eme con la o es “Pito”, uis, castigada sin amigos, que te lo has ganao a pulso.)
Perdón.
Escóndete
por si llega mañana
y yo te digo que se me ha curado
eso que los cobardes llamamos miedo.
A veces me invento historias, y me las creo.
Otras veces
algo pasa, y me limito a describir
minuciosamente
qué ha ocurrido
y después estoy convencida de que todo es producto de mi peregrina imaginación.
Escóndete
por si acaso compro a precio de saldo una ilusión.
Escóndete
por si me río en la cara del fracaso
o por si bailo al son de otra canción.
(O por si se me ha olvidado cómo despegar
los pies
del suelo).
Escóndete,
que tengo miedo.
Escóndete,
que no quiero creer
que sea cierto
que estés
aquí.
Escóndete,
o mejor,
vete.
08 septiembre 2006
Carta de un preso
Creo que esta ha sido la única vez que me he acordado con tanta claridad de algo que he escrito en sueños.
..........
No sirvo para esto. Siempre supe que fui yo quien puso las reglas al juego… quien levantó barricadas y muros entre nosotros… y aun así, por miedo al fracaso y al dolor, te convertí en el objeto de mi ira: aquello que cualquier persona busca para culpar de sus frustraciones y sueños defenestrados.
Quizá la soledad, el frío que emana de estas paredes, haya sido el revulsivo que dota de algo de sentido común a mis torpes dedos, o quizá fue el canto triste de la luna en mis oídos lo que hoy me invita a decirte lo que lees.
A veces pasa que llegar tarde es inevitable, pero debo hacer un último intento: un último intento que sirva de vendas a las heridas que te causé.
Sé que es tarde para decir que solo quiero perderme entre tus brazos y no encontrar jamás la salida, mecerte en la oscuridad del día cuando la pena embarga tu alma, jugar con tu risa en la eternidad del momento, calentar tu cama para que nunca esté fría, enjugar tus heridas y secar tus lágrimas, pero hoy hice un descubrimiento y es por eso que estoy llenando estas paredes de palabras muertas.
Descubrí que mi pelo está hecho para que tus manos se pierdan distraídamente en él. Que mis ojos están hechos para mirarte, para perderme en cada cuento que me relatan los tuyos, para decirte todo lo que mi corazón siente y mi boca no puede decir, para brillar cuando te ven y escupir baratas lágrimas cuando no estás. Que mi nariz está hecha para oler el perfume de tu piel, el aroma de los recuerdos que vas creando día a día. Que mi boca está hecha para decirte lo mucho que te quiero, para arrancarte una sonrisa cuando estás triste, para reír cuando estás alegre, para saborear el Edén que siempre me ofreces, para besarte, para susurrar escalofríos en tu oído. Que mi piel está hecha para sentirte, para sentir tus caricias, tus besos y tu calor. Que mis manos están hechas para abrazarte cuando tienes frío, para acariciarte hasta que te quedas dormido, para cogerse de la tuya cuando paseamos, para tocarte y alcanzar el paraíso prohibido, para curar tus heridas. Que mis piernas están hechas para caminar a tu lado, para correr si hay que huir, para pasear si se puede disfrutar, para bailar al son de los latidos de tu corazón. Que mis pies están hechos para soportar las piedras del camino si el camino que recorro está junto al tuyo, que mi corazón está hecho para quererte, para leer más allá de tus palabras, para llevarte siempre en él allá donde vaya; en definitiva, descubrí que estoy hecha para…
+ Y me abracé al frío de la tierra.
Codo con codo,
barra a barra
y al final un suspiro;
intimidad con la melancolía,
mi taza de café
y a la espera de una cama que perdió el verbo odiar +
04 septiembre 2006
Borracho pero bien acompañado (casi siempre)
por fin lo he alcanzado
y he descubierto
que es un abismo
y que sólo hay que saltar al vacío...
Y he caido entre tus brazos
y me he sentido agusto
y he pensado
que me gusta soñar
soñar con cantar
como con los que otras veces he cantado
con los que esta vez no han aparecido
con los que he echado de menos
Y prefiero soñar
soñar con los que he soñado
cantar con los que he cantado
y soñar que canto
con los que no he podido cantar
explicar que estoy cansado
de cantar y no ser acompañado
pero no pierdo la esperanza
y el día menos pensado
amanece una mañanaa
y de repente estoy cantando
con quien me apetece cantar
con quien quiero cantar.
Ando cantando
mientras tanto Fernando...
dicen que mañana es luna llena
yo me conformo
con sentir tus pechos en mi cara
y canto
para todos
los que estan
los que debieran estar
y los que estuvieron
canto
para todos...
para todos...
y no he conseguido rimar
cantar con Bilbao
feliz con estar contigo
y es que estoy borracho
y por estar borracho se me permite estar dormido...
Te quiero Isa
02 septiembre 2006
Me invente
Me invente que tu abrazo eran mis brazos. Que las nubes eran de algodón, y que mi cuerpo volaría al lado del tuyo. Me inventare mis lágrimas hechas de plástico fino. Que me queman mis mejillas mientras ellas nacen, y mueren al instante. Mientras mi habitación se inunda de salitre. De espuma y sal. Mientras tú tras el espejo fabricado de rastrojos, de despojos de mí. De mi querer. De mi invención sobre ese querer.
Me inventare que mi sonrisa murió tras esa puerta cerrada con llave. Llave que tiene tu imaginación tras tu mente. Esa llave es tu invención.
Me inventare que mis enfados están infundados y que tus reproches duelen. Me inventare que tus palabras hicieron que mis alas dejaran de batir contra el viento. Que mi aburrimiento es por pensar en mi tristeza. Que vomito hiel en cada estrofa. Que los pájaros dejaron de volar porque el viento paro.
Me invente ventiscas de hielo. Donde quede atrapada, y mi voz angustiada por no poder llamarte a gritos. A susurros invisibles. Mis picores inventados y mis ansias de verte.
Todo ello para inventarme que jamás te quise, y que ese adiós nunca se pronuncio.
Quiero
Quiero que me dibujes como soy, y no como desees que sea.
Quiero que escribas lo que soy, y no lo que debería ser.
Quiero que me sonrías por mi sonrisa, y no por lo que ves en ella.
Quiero que me dejes caminar, y que no camines arrancándome la piel a tiras.
Quiero que mi rutina no exista, y que tu cama sea nuestro mundo.
Quiero que mi alma se deje querer, que tu alma me deje respirar para tener fuerzas para caminar.
Quiero que mi rincón se llene de palabras. Que en cada trozo de pared haya respirado tu olor, y dejado ver mi sonrisa.
Quiero que mi rincón haya sitio para la libertad, para mi libertad.
Que nuestro mundo, tenga crisis y así poder respirar algo que no seas tu. Que tu me muestres tus sonrisas, pero yo no me fío de mi alma.
26 agosto 2006
Costumbres
de frío
de necesidad
de disfraz bordado de abrazos
de aliento y sexo y piel
que visten otras pestañas
y calzan su misma conveniencia
animal de arteria helada
de mirada hundida
ombligo
en
espiral
encaminada a no enfrentar
la mirada del espejo
que recuerda a sí mismo
19 agosto 2006
La lija
intentan buscar lugares donde apoyarse
para no caer en la frecuencia de decadencia
del resto de la mente
poco sana
introducida en un cuerpo poco sano
que se tambalea de un lugar al otro de su obstracismo
y ve sus errores
y sin querer los comete una y otra vez
volviendo a pulsar el botón equivocado
o a no pulsar el botón correcto cuando debería
reproduciéndose todo
en un círculo perfecto
de imperfección
allá a lo lejos
los soplos de viento a favor
meditan como cruzar sin encontrarme
alejándome del resto del ardiente fuego
de los que en su mirada encuentran salidas
golpeando con furia el vacío en mi estómago
centrifugo la mierda
resignado a estar repleto de ella
a ser mierda
que merecería ser pisada
sin compasión
pero al final
sólo llega una larga soledad
llena de baches
pues cuando tu lija no lima las asperezas
sino que las agranda
lo mejor es arrancarse la piel.
17 agosto 2006
Uno de esos
ahora que estoy borracho
y fluyen los sentimientos.
Pero sólo me sale un te quiero.
Uno de esos que digo
cada vez que te veo sonreir.
Uno de esos que escribo
cuando me haces feliz.
Uno de esos de 8 letras
que otras mil veces escribí.
Uno de esos que siento
y no me sale decir.
01 agosto 2006
Sin rendicion, con condiciones.
30 julio 2006
Poética
POÉTICA
Yo no quiero
ordenar alfabéticamente mis sentimientos
ni ver alineados mis versos todos iguales,
con la misma longitud, sonoridad y ritmo,
miembros del rebaño de versos vestidos a la moda
que oyen los 40 principales
y se duermen viendo tomatazos por la tarde.
Yo no quiero
que mis versos sean adolescentes confusos
organizados en grupitos de cuatro o de tres estrofas
buscando su lugar,
vestidos de rima asonante o consonante
y calzando unas zapatillas marca tópico.
Yo quiero que mis versos
empiezen donde yo lo hago
y terminen cuando terminen mis palabras
y no cuando me lo manden las estrofas,
pues si yo no siento con rima y métrica
no entiendo porque han de llevarla a sus espaldas
mis poesías.
28 julio 2006
Noche sin sueño
Bienvenida tiniebla, tan fiable como siempre, tan puntual como nunca.
27 julio 2006
En mi nube
color silencio, alegría o tristeza,
descansan mi llanto
y se degusta el sabor de la satisfacción,
centellea mi ego
y sonríen las respuestas.
En mi nube soy encantador e ingenioso,
cazo todas las ideas a primera
y recuerdo todo lo que debo recordar,
también soy un genio de las matemáticas
y resuelvo todo problema que se me presente.
En mi nube mis palabras emocionan
y mis frases se recuerdan,
mis chistes son graciosos
y mis verdades calan
y hacen reflexionar.
En mi nube yo marco mi melodía
y el compás,
y me lleno de blancas
y si quiero luego me invaden las semifusas.
Y en mi nube
también conviven el orgullo propio y la decepción,
pues en mi nube también soy ese solitario,
el que no cumple su palabra
y llora como un niño en un rincón,
soy el no se esfuerza por nada
y el que siempre pierde,
soy el que hace daño
y esconde la palabra,
soy soledad
y soy fracaso;
no quiero ni pensar lo que soy fuera de ella.
26 julio 2006
Soy
Con la boquita chica
la neblina propia de los sueños que empiezan a desgastarse,
o se coló el humo de las drogas
que no llegué a fumar.
Espero sentada
y me canso de esperar
a ratos
con los ojos abiertos,
en otras ocasiones, cerrándolos.
Y ahora tengo miedo porque no tengo miedo.
Si acaso,
olvidaré que olvido
y que me olvido de olvidar
y que me canso del pánico de tu ausencia,
que no sé dónde estás, pero no quiero que vuelvas, Peter Pan...
...y lo digo con la boquita chica, pero lo digo.
15 julio 2006
Delirios de grandeza
de la más lejana estrella
y he surcado el cielo
y el firmamento
encaminándome hacia la eternidad.
¿Puedo retirarme ya?
Me aburre la quietud del infinito,
prefiero hallar armonía bañado en dulzura
entre tus brazos.
07 julio 2006
Entre Milán y París
admitir la debilidad,
echarle cojones
y
decir,
medio en broma
medio en serio
que a veces te echo de menos.
Y si me acuerdo
es porque quiero hacerlo,
asi que vacilo;
a lo mejor
es que ya no espero
a que la esperanza venga,
desnuda,
a cantarme una cancion de cuna,
pausada
que diga, otra vez más
que la mañana será dulce,
que ya es hora de despertar.
5.VII.2006 - Estación de Florencia
a veces
que el mundo es más pequeño de lo que parece
y que la gente es la misma
allá donde vayas
aunque cambien las voces y los rostros.
Valencia se en galardona
Valencia se engalardona de tristezas, de llantos llenos de dolor, de lágrimas tan calientes que te queman al consolarlas- que queman la almohada que hace de escudo contra la fría cama- que temes que al abrazar el origen este se rompa y caiga al suelo con su fragilidad, adquirida en el túnel plagado de gritos de terror.
Crespones negros por doquier, las esquinas llenas de ilusiones rotas, de sueños quebrados, de imaginación atravesada por un metro, por un metro cargado de miedo, de pánico por la negrura en el sótano de la ciudad.
¿Defender lo mío? ¿De quien? Si en un momento cualquiera el viento te lo arrebata sin preguntar, sin un atisbo de duda, o de autoridad. ¿Y entonces donde queda lo tuyo? ¿Dónde quedamos tú y yo? ¿Y nuestras posesiones? ¿Nuestros corazones, y almas? Tiradas a la basura.
La muerte tan seca y tan húmeda.
Tan Abstracta y efímera.
Tan constante, y tan discernida.
Tan imprevisible y no llama para avisar a nadie, ni tan siquiera a ti.
No te dice en que amanecer llegará, y en cual atardecer te llevará.
No pregunta si la vida esta llena de secretos, ni si esos secretos son tuyos o del aire.
Si tú aun no sabes esos secretos, y el aire los guardas para cuando los llegues a saborear con tu piel muerta.
Tanto silencio que cualquier movimiento del agua se oye, que cualquier susurro es un grito, y donde un reloj de arena cuenta las palabras calladas, y las miradas lanzadas.
Valencia se disfraza de veloces voces, de tristezas den el otoño y de banderas que no son de nadie.
En la boca de la vida, esta se transforma en muerte. Los silencios se podían contar en horas. La boca del infierno esta abierta para los miedos, y para las locuras nunca citadas.
41 muertos en la esquina de mi casa donde la mitad de las puertas me las recorrí a diario, mientras veía caras que están enterradas, y que nunca me volveré a ver mirar al suelo, suelo donde ellos perdieron su voz.
Mirando al mar, mirando al cielo y gritando al viento su tortura. Revocando su decisión con palas y piedras.
03 julio 2006
Sequía
Te echo de menos
y te siento a mi lado
aunque por mi culpa
por tu cuerpo,
por tus besos,
tu sonrisa
y por tu pelo
se vacíen los pantanos.
Cada vez me importa menos la sequía
y sé que pronto llegará el día
en que ni presas
ni embalses
ni pantanos
nos separaran jamás.
01 julio 2006
¿Porque?
Porque no puedo vivir sin tener miedo a equivocarme, porque no puedo salir delante del telón y brindar por la actuación. ¿Por qué no puedo poner palabras a mis versos vacíos, carentes de significado y sentimiento? Yo ya no tengo opción alguna de sobrevivir, no tengo opción de rendirme, y de sacar la bandera blanca. Si Peter Pan viniera, y me llevara a donde el quisiera yo ya tendría palabras que lanzar al viento lleno de lágrimas. Entre estos papeles llenos de ideas absurdas, y de ilusiones quebradas. Donde los sueños no tienen cabida en mi mente enferma llena de errores al paso por su camino.
En el día de hoy no hay más manos sobre mi piel, ni besos escondidos en el rincón de mi habitación. Tampoco encuentro susurros gritados en mi universo, ni los rincones donde escondí mis sueños; aquellos que rompí al acostarme entre tus brazos. Me calzo los zapatos llenos de agujeros, desgastados por el roce del camino lleno de curvas salientes. Volando sobre el mar donde las gaviotas caen muertas nada más ver el frío de mi piel. Mi corazón se congelo al salir al vacío de las nubes, paseando por el filo del universo cumpliendo tristezas innatas. Viajando a la luz de las estrellas, pensando que si se parará el tiempo yo seria… ¿Por qué no?
Dejando atrás las apuestas imposibles. Presintiendo que el presente en los próximos anuncios será el pasado. Conduciendo hacia un barranco donde no hay más que yo. Descansando de mis pensamientos hacia el negativo de la foto maldita, llena de retazos del pasado. Informando que me acuesto con el miedo, y cuando me da las buenas noches hago el amor con él, y sufro la desesperación del sol iluminando mi habitación. Oigo una voz que no sabe pronunciar verdades. Observar sus movimientos, leyendo sus pensamientos y palpando su soledad.
Nada que decir
NADA QUE DECIR
Oscuro
me cierno sobre el fin de mi cuerpo;
reviento,
mis miedos brillan a ras del suelo;
presiento
que el tiempo no me va a respetar,
me escondo,
me acurruco y me niego a volar.
Y ahora preguntas si muero aquí dentro,
si río o lloro, si gimo en este silencio.
Y ahora vestimos de miedo los recuerdos,
palabras calladas retumban en mis pensamientos.
Nada que decir.
Nada que decir.
Nada que decir.
Nada que decir.
Y mucho que callar.
Camino,
cargo de abismo mis espaldas.
Y avanzo,
conciencia al hombro y no mirar atrás.
Y ahora preguntas si muero aquí dentro,
si río o lloro, si gimo en este silencio.
Y ahora vestimos de miedo los recuerdos,
palabras calladas retumban en mis pensamientos.
Y ahora las nubes se visten de hielo,
no llueve ni nieva, graniza en mi desierto;
y ahora despierto, seguro de mi veneno,
no grito ni lloro, conciencia al hombro y no mirar atrás.
Nada que decir.
Nada que decir.
Nada que decir.
Nada que decir.
Y mucho que callar.
22 junio 2006
Igual que la rabia
contenida en recipientes de conciencia
mi corazón se revuelve
y me engorda el pecho
tiñendo del rojizo de mis labios
el latir,
tembloroso
como ellos,
como mi autolavado de ego,
como un trozo de hierba invadido por el viento.
- Frozen -
21 junio 2006
Celos
de tener tan poco
de dar los besos
sólo de vez en cuando
de haber perdido la frescura
y la imaginación
de necesitar toques de atención
de intentar volver a ser yo
de tardar tanto
en hacerlo todo
de no despertar a tu lado
siempre
de no decirtelo siempre
de que sientas que no lo siento
de no poder ser como soy
de ser como soy
de no regalarte un libro o unos palotes
de salirme de tus sueños
cuando yo sólo quiero quedarme a vivir dentro
de vivir tan lejos
de no haberme mudado hace tiempo
del verano pasado
de hace dos inviernos
de que creas que no te quiero
de tantas cosas tengo celos...
Quien añora el lugar...
Y si salgo, te regalo un cromo a cambio de tus pensamientos y si no salgo, pinta un beso con aguja y dedal para decorar estas cuatro paredes.
No sé si es mañana, ayer, lunes o sábado, si esto lo he vivido ya o es un dejavu, si el dolor está encadenado a mi cuello o comparte mis sueños y esperanzas.
Las tostadas saben a cansancio, al exilio eterno del deber y el compromiso, no levanto los párpados ni aun siendo de noche, no merece la pena… ¿para qué?.
18 junio 2006
Necesito una canción
que estoy bien,
que a veces no pasa nada si ahora no me apetece,
que no te echo de menos aunque no estuviste,
que se me caen los párpados,
que Madrid no muere ahí fuera por mucho que le dé la espalda,
que el cielo se tiñe de color de noche aunque yo baje la persiana,
que a veces se me olvida que no estás debajo de la cama
ni detrás de la puerta
ni al otro lado del teléfono,
que ni me esperas, ni te espero,
que tu vida sigue mientras la mía baila a su propio compás,
que me mata el tic tac de los relojes,
que refrescará al llegar la noche,
que va vacío de ilusión mi zurrón los más días,
que ya no sé cómo enhebrar letras al azar de tu mirada,
que no recuerdo la longitud de tus pasos
ni el color de tu sonrisa
ni el sabor de tus ojos,
que la verdad es que me da igual, aunque me aburro,
que ya no pienso en ti cuando me voy a dormir,
que no soy rana encantada.
Necesito una canción que diga
que no pasa nada porque no estés, solamente.
15 junio 2006
Nirvana
que tardan mis labios
en fundirse con los tuyos,
evaporando el ser
a llanuras pobladas de esperanza
y pasión,
se zambullen los sentidos
en estridentes azotes de violín
y épicas melodias de libertad
condicionada a la tiranía de tu respiración
entrecortada
mientras mis dedos
colonizan tus poros
y dibujan tu curvado y esbelto mapa
y los tuyos surcan mi piel
dejando prematuras marcas de pasión.
Abrasado,
el deseo nos mira aterrorizado.
En el microsegundo
que tarda mi ser
en enlazarse con el tuyo,
topé con la inmensidad del infinito.
Nirvana,
verdad,
paz.
- Frozen -
Vértigo
Desgarrando mi alma a cada dos pasos, abriendola con mis dos manos, y gritando de un modo que ni el aire lo esconde. Cosiendomela a mi cuerpo, a rastras con ayuda de mis mentiras. LLenando noches con mis males, mis rincones, y mis versos perdidos. Versos que me robó mi musa, y está se largo dejandome en la miseria de la soledad, en la nada.Totalmente desnuda, y el frío rozaba mi piel. Me quito hasta las mentiras, pero perdí mis zapatos por el camino de la victoria; descalza ante ella. Naciendo de la lluvia, las gotas por mis mejillas manchadas de sangre y sudor. Saliendo por el patio interior, sin luces ni estrellas. No pasan ni horas, ni minutos; tan sólo lamentos que celebrar. Tristezas que sofocar. Obligar a la nada para convertirse en algo concreto que pueda lavarme la heridas con ella.
Las cuatro de la madrugada, de la mañana; y yo perpetrando violaciones al aire. Siempre con la misma mierda entre mis dedos, entre mis ideas...siempre sacandome de la rutina, secandome mis lágrimas, a base de hostias, robando silencios al ruido. Prohibiendome salir por las noches, la luna me trastorna en los tejados, temiendome que las estrellas me nieguen ser mis guías. Imaginandome mi apocalipsis, mi sueño,y mi suciedad. Vistiendome con harapos de sentimientos hacia tí. Hacia el mundo real. Sabeindo que no existe. Besandome con la tristeza. Los labios entreabiertos, pasandome la hiel a mis labios, y yo escupiendo sangre. Sintiendo ese sabor en mi boca, y sin capacidad de expulsarlo. Entre mis manos una ardiente ceniza, quemandome toda la mano; pero ya no siento dolor. Como un gato, que tiene siete vidas. Como esas siete vidas que tiene un gato que sueña en el vacio de sus sueños, entre estas jodidas alturas.
Vértigo al ver tanta altura. Tantos metros sobre el suelo, sobre mi cabeza, y tanta letra mala. Música. Palabras.Guitarras. Solos. Tanta tontería, pa' tan pocos días. Para escribir aquí palabras que nunca salen. Que nunca me obligué a beberlas...a sacar dos vasos, y emborracharme con ellas hasta perder el sentido. Viviendo al límite, y con la incertidumbre a mis pies.
Tantas cosas inventadas, tantas palabras dichas, tantos sentimientos nombrados que carezco de ellas para limpiar mi penumbra.
-Iréz-