Toma mi mano
y arráncame del pecho
todos los colores, todos los sabores.
Rómpeme la voz a empujones
hazme temblar,
déjame hacerte temblar.
Dime al oído lo que quiero oír,
arranca mi piel a jirones
y envuélveme con tu pelo.
Recuerda que mi último grito
será, siempre que tu quieras
de placer.
26 septiembre 2008
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