Después de todo

Después de todo, como diría Ismael (o su padre, más bien), la noche debilita los corazones.



Después de todo
he sido capaz de beber de nuevo whisky
y de descojonarme
de algo que creí era lo más real que había sentido
jamás.
Después de todo
no poseen poder mis palabras
ni poseo su patria potestad
porque ya no me dejan dirigirlas
jamás.
Después de todo
nos hacemos mayores y escurrir el día
acaba siendo menos doloroso
de lo que lo ha sido escurrir la noche
jamás.
Después de todo
no recuerdo tu voz
y sé que el mundo no volverá
a girar a tu alrededor nunca
jamás.
Después de todo
vuelvo a hacer deslizar la aguja
del gramófono en torno a discos
que contienen canciones que no perderán su vigencia
jamás.
Después de todo
algunas noches tengo los pies fríos
pero Peter Pan huyó del paraíso perdido y por eso
no cometeré una locura estúpida
jamás.
Después de todo
me acojona reconocer
que no creo en despedidas definitivas
aunque sé que no volverás
jamás.
Después de todo
no dejaste de ser algo efímero
desde mucho rato antes de empezar
a escurrirte para no encontrarme
jamás.
Después de todo
no sirvió de nada bajar satisfechos
del escenario tras los aplausos
si no creímos en el guión
jamás.
Después de todo
sigo en Madrid aunque me pese
y puede que esta ciudad me haya atrapado
y no pueda y no quiera huir
jamás.