Es en ese instante
de expectante quietud
en que suavemente caen los párpados
los labios tiemblan
y con sedosa delicadeza
mi rostro se aproxima al tuyo
con la timidez
que despierta el primer beso
cocinado a fuego lento
y que precede
a la pasión desbocada del deseo
y la urgencia del sexo
en el cual
detendría mis cronómetros
vitales
instante
cero punto cero.
13 marzo 2008
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